¿Sus hijos tienen problemas de tránsito?

Los bebés y los niños también pueden experimentar las molestias asociadas a un tránsito intestinal perezoso.

Durante el primer año de vida del niño, el músculo rectal aún no se encuentra desarrollado y, a veces, carece de elasticidad.

A medida que un niño crece, el organismo experimenta diversos cambios, tanto físicos como psicológicos, relacionados con su desarrollado que pueden ser factores desencadenantes del intestino perezoso. Si las heces de sus hijos son duras y pequeñas, significa que algo no va bien.

Para los niños menores de 3 años, se aconseja siempre consultar un pediatra o el médico de familia si el problema persiste ya que éste podrá, por ejemplo, recomendarle una leche enriquecida en prebióticos o azúcares no digeribles que tengan los mismos efectos sobre el tránsito que la fibra. Esto permitirá que las heces sean menos compactas y, por lo tanto, más fáciles de evacuar.

La importancia de la regularidad

Cuando un niño deja de utilizar pañal, es común que desarrolle dificultades temporales para ir al baño. En pocas palabras, es importante enseñar a los niños las normas higiénicas correctas y habituarles a ciertos rituales, como por ejemplo ir todos los días y a la misma hora al orinal o al baño, con la ayuda de un reductor o taburete para que pueda así apoyar sus pies y asegurar la posición correcta (como si estuviese en cuclillas).

Los niños también sufren, de manera regular, problemas de tránsito ralentizado, llevándoles a quejarse de dolores de estómago y malestar intestinal sin informar que normalmente no van al baño.

• Es importante controlar la alimentación de los niños mayores o de aquellos que, al menos, han iniciado un régimen alimenticio a base de alimentos sólidos: las frutas, como las peras y ciruelas, las verduras, como el calabacín, col, lechuga y las espinacas, que gracias a su alto contenido en fibra ayudan a regular el tránsito intestinal.
• Es necesario que el niño beba agua de manera regular: esto hace que las heces se vuelvan más blandas y, por lo tanto, facilita el tránsito a través del intestino. Prepare a su hijo una cantimplora con agua aromatizada para motivarle a beber más.
• Durante el período en el que la actividad intestinal disminuye, es aconsejable consumir leche o yogur diariamente: los fermentos lácteos parecen desempeñar un papel importante favoreciendo una función intestinal correcta.
• Recuerde también que, además de ser beneficioso para la vida de los niños en general, una actividad física suficiente y regular también ayuda a estimular la digestión.
  
  

Corine y su hijo Thomas, 6 años

Thomas no va al baño con suficiente frecuencia. Insisto mucho en que coma más fruta y beba más agua, pero no es tarea fácil...

¡Necesito una solución natural pero adaptada a su edad!